jueves, 24 de marzo de 2011

OTOÑO



Hoy deseo homenajear al otoño,
una de las cuatro estaciones menos apreciada,

pero creo la mas humilde y silenciosa,
ni mucho frio ni mucho calor.


El otoño melancólico y tranquilo,
nos ofrece disfrutar del colorido

de sus hojas derramadas a nuestros pies
convertidas en hermosas flores.


Deseo contarles un hermoso cuento que pienso será
para reflexionar hasta donde alcanza nuestra mirada
sobre la vida.

Había un hombre que tenia 4 hijos,
el buscaba que cada uno de sus hijos
aprendiera a no juzgar las cosas precipitadamente.


Entonces para que aprendieran una lección,
se le ocurrió enviarlos por turno a observar
un árbol frutal que estaba a cierta distancia de ellos.


Al hijo más grande lo envió en invierno,
al segundo en primavera,
al tercero en verano
y al cuarto en otoño.


El mayor menciono que el árbol era horrible, triste y retorcido ,
al segundo le pareció agradable cubierto de brotes verdes
y lleno de nuevas promesas, 
al tercero dijo que estaba maravillado de verlo
cargado de frutos con un  aroma muy dulce.

El último de los hijos opino lo siguiente:
el pudo ver el árbol maduro y rebosante de frutos,
algunos marchitándose y otros ya caídos,
con hojas de hermosos tonos amarillentos.


Entonces les explico a sus hijos que todos tenían sus razones,
porque ellos habían visto solo una de las estaciones del árbol
y les enseñó que no deben juzgar una situación
por cada una de sus etapas.


La esencia de cada uno, el placer, el regocijo y
el amor que vienen con la vida,
puede ser solo medida al final,
cuando cada etapa ha pasado.


Hijos aguanten con valor las dificultades,
porque luego disfrutaran de los buenos tiempos.

Perseveren y no juzguen a los demás o a la vida misma
por solo una estación difícil, que no destruya la dicha del resto.


Si los vence el Invierno habrán perdido....
La promesa de la Primavera,
La plenitud del Verano y
La satisfacción del Otoño.


"En Tu mano oh Señor están mis tiempos"