¿COMO VA EL SEÑOR ESCULPIENDO TU VIDA?


Estoy tratando de esculpir una figura; no soy escultora,
lo hago por afición y por descanso; la madera es dura, las herramientas inadecuadas; me canso, pierdo las esperanzas, me dan ganas de tirar la madera al fuego.

Pienso que también la vida es así.
¡Cuántas obras emprendemos sin saber
cómo van a concluir!

Sí…. Toda la historia humana es así, como una escultura que lentamente va tomando forma;
golpe tras golpe la van labrando.

¡Cuántos golpes nos va propinando la vida!
con frecuencia dolorosos y crueles, incomprensibles a veces,
pero necesarios para hacernos madurar y crecer.

Que reconozca, Señor, tu mano cariñosa y paternal de artista
que va labrando mi vida.
Algunos golpes no los entiendo, me parecen sin sentido;
otros me llegan de donde menos lo espero y me hieren profundamente.

Haz que sea un madero dócil en tus manos, que no esquive
los golpes; sé que quieres hacer algo útil de mí.

Quizás es tu propia figura la que quieres esculpir en mí.".

Yo quiero ser, Señor amado,
como el barro en las manos del alfarero;
toma mi vida, y hazla de nuevo...
yo quiero ser...yo quiero ser...
Un vaso nuevo.

Deja que Dios con su gran amor...Esculpa tu vida.

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